
.............................................................................................................................................................................................................................................................
Cómo citar este artículo:
Guerrero, H. & Salvador, P. (Enero - Junio de 2021). Estrategias metodológicas innovadoras para la comprensión lectora. Sathiri (17)1, 155-171. https://doi.org/10.32645/13906925.1108
168
espacios pertinentes para la lectura y con herramientas o recursos tecnológicos. Esto permite una
interacción directa entre estudiantes y su entorno, mediada por el acompañamiento del docente,
promoviendo el placer de la lectura y el desarrollo de habilidades para la comprensión de los textos
en el sentido literal, inferencial y crítico, es decir, la guía del docente permitiría denir de manera
más precisa los procesos de prelectura, lectura y poslectura. Con ello, se aseguraría la formación
del estudiante como un ser investigativo y autónomo, preocupado por la búsqueda de soluciones
ante las dicultades que se le presentan. Asimismo, como se ha mencionado, varios autores
recomiendan la aplicación de herramientas digitales en los procesos de enseñanza-aprendizaje
como una alternativa para la obtención de conocimientos de forma lúdica, entretenida, creativa y,
sobre todo, libre, ya que, de esta forma, es posible la articulación de cualquier metodología activa
de comprensión lectora y de estudio.
El problema de la comprensión lectora se ha convertido en un obstáculo que acompaña al
estudiante a lo largo de su etapa de formación y que va más allá de las instituciones de educación
inicial y básica. Escuelas, colegios y universidades son focos que encienden y visibilizan el problema.
Abordarlo depende de un trabajo conjunto y permanente que conduzca a una reexión integral
como problema social y no solamente educativo, que involucre propuestas transicionales desde
lo social, cultural y regional para llegar a una sostenibilidad desde el accionar individual, como una
responsabilidad de la persona en cualquier ámbito social y en cualquier espacio y tiempo.
En este contexto, las estrategias metodológicas innovadoras rompen el cerco del aula de
clase en el que tradicionalmente el docente es un actor activo y el estudiante asume por jerarquía
un estado pasivo. Estas estrategias entienden la educación como un proceso extendido en el que
la escuela es uno de varios factores dentro de la interacción aprendizaje-enseñanza, prácticas
que permiten articular además otros factores como la familia y la sociedad, asumiendo como eje
fundamental del desarrollo educativo al estudiante.
Las estrategias innovadoras convocan otros lugares y otros actores como agentes
indispensables en la educación, en este sentido, permiten considerar a los espacios áulicos como
elementos importantes, y no como meros sitios de permanencia, sino también, como zonas
generadoras de ciencia en las que el aprendizaje puede relacionarse, interactuar y convivir. Además,
aparecen guras sociales, padres de familia, referentes profesionales, culturales, personas ligadas
a la cotidianidad del mundo, entre otras, y amplían el horizonte del pizarrón para relacionar otros
tipos de conocimientos vinculados a los estandarizados por el currículo. Es decir, el conocimiento
se difunde y se crea entre todas y todos, dentro de un todo.
Las actividades ejecutadas en las estrategias metodológicas innovadoras mencionadas,
presentan características similares como el trabajo participativo, el colaborativo y la responsabilidad
del discente como actante protagónico, capaz de tomar decisiones que le permitan transitar su
camino lector de acuerdo con prácticas que respondan a sus intereses como ente social, emotivo,
familiar, histórico y participativo.
Frente a todo esto, es importante recalcar la necesidad de reestructurar un nuevo
panorama, a partir de la aplicación de estrategias metodológicas innovadoras para la lectura.
El reconocimiento de espacios tanto físicos como virtuales, además de identicar a los nuevos
actores y a la realidad que ahora gobierna la cotidianidad de los individuos, permite el necesario
establecimiento de mesas de diálogo que posibiliten una posterior reconguración de la educación,
sus procesos, competencias, contenidos y resultados de aprendizaje. Por estas razones, resulta
fundamental entender que la educación, principalmente, es un acto social como tantas otras